Daniel Gosorito Pérez

Encuentro con Gorosito…

Daniel Gorosito Pérez

MÉXICO: SE ABRE CASA CON LEGADO DE MARIE JOSÉ Y OCTAVIO PAZ

En el cumpleaños 109 del escritor Octavio Irineo Paz Lozano (31-3-1914/19-4-1998 CDMX), quien obtuviera el Premio Cervantes en 1981 y el Premio Nobel de Literatura en 1990, se abrió la casa Marié José (su segunda esposa, la anterior fue la escritora mexicana Elena Garro) y Octavio Paz, ubicada en Carrillo Puerto 445, en la Colonia Tacuba en la Alcaldía Miguel Hidalgo, una antigua casona del siglo XVIII, conocida con el nombre de “La Perulera”, donde habitó la pareja.
En esta casa permanecerá el legado del escritor Octavio Paz y su esposa Marie José. Recordemos que a la muerte del poeta, su esposa fue heredera testamentaria y albacea. Al fallecer Marie- Jo Paz (28-6-2018 CDMX), la artista plástica y poeta, no otorgó disposición testamentaria alguna.
Tomando en cuenta esa situación, se abrió la sucesión legítima ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, que una vez transcurrido el proceso legal, en el mes de septiembre del 2019, designo al Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la Ciudad de México, como heredero único y universal de la obra de Octavio Irineo Paz Lozano.
“La Perulera”, es ahora la sede del Fideicomiso Marie-Jo y Octavio Paz, que el Gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Cultura Federal conformaron para el inventario, administración y manejo de los bienes de Octavio Paz. Datos de la Secretaría de Cultura Federal, afirman la existencia de unos 70 mil documentos, 8 mil 138 libros, 476 obras artísticas, 472 piezas de arte decorativo, 651 piezas de joyería, 64 prendas de vestir y 50 enseres y muebles diversos. Falta el inventario de 360 piezas de material audiovisual que ya se ha ordenado como, fotografías, videos, negativos y audios.
La casona cuenta con varias salas de exhibición, un laboratorio especializado para el cuidado, mantenimiento y restauración del gran acervo de Octavio Paz y su esposa, donde trabajarán 30 profesionales. El centro cultural cuenta con una biblioteca, en la que será posible consultar las obras que pertenecieron a la pareja, y se llevarán a cabo talleres de literatura y artes plásticas dirigidos a jóvenes.
La Secretaria de Cultura del Gobierno Federal, Alejandra Frausto, externó: “En esta casa estamos sembrando la esperanza de la poesía y el arte de los más jóvenes”.
Se abre la casa y se abren las palabras como decía Octavio Paz en un poema:

“Oir
los pensamientos
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran.
Las palabras se abren.

Anthony Stanton, experto en la poesía y ensayo de Octavio Paz, investigador y profesor del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios del Colegio de México, dio a conocer, que, un año antes de su fallecimiento, el escritor recibió numerosas ofertas para comprar su biblioteca por varios millones de euros y todas fueron rechazadas.
Afirmó: “Hoy surge la oportunidad de demostrar que las instituciones nacionales son capaces de cuidar el archivo y el acervo de nuestro único Nobel de Literatura y de su compañera la artista María José”.
Termino este escrito que me llena de alegría por ser un profundo admirador de la obra de Octavio Paz, quien al ser consultado por su oficio u profesión siempre contestaba: “Soy poeta”; con un poema de mi autoría titulado: “Animal de palabras”, que lo escribí para el centenario del nacimiento del escritor mexicano:

ANIMAL DE PALABRAS
México es el nido de un colibrí
que con gotas de tinta
preñadas de poesía
escribe sobre pétalos multicolores.

La piel de las flores
al contacto con la mirada
arrulla los versos
trazo divino
un hálito de aire los sacude
dejando huellas indelebles
que no borrará
el monólogo del agua
primaveral que acecha
en la grisura del cielo.

No todo es luminosidad
y claridad de las palabras.
Águila solar
luz penumbrosa
despiadada.

Letras y silencio
grietas de fuego
hombres voraces
dioses que abandonan.

Retas a los vientos
que esclavizan hombres con ideas.
Rebelión con tus versos crepitantes.
Poeta arquero, poeta liberador.
Animal de palabras.

¡Hasta el próximo encuentro…!
Dr.(c). Washington Daniel Gorosito Pérez
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